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Hermanos de Jesús - Reunión de regionales 2005
Durante los pasados días 3 al 18 de septiembre tuvo lugar en Bergamo (norte de Italia) la reunión de los regionales de todo el mundo, junto con los miembros de la Fraternidad General. Para que os hagáis una idea, en estos momentos hay 17 regiones extendidas en 39 países de cuatro continentes y un total de 230 hermanos. Este encuentro tiene lugar 3 años después de cada Capítulo General. El objetivo es el poder realizar una evaluación de la vida de la Fraternidad y hacer propuestas de cara a las necesidades concretas que se van presentando.
En el esquema previo de preparación se apuntaban dos grandes líneas de reflexión:
Nazaret vivido en contextos culturales diferentes
Las relaciones inter-regionales dentro de una misma zona geográfica.
Cada regional había mandado un informe previo centrado principalmente en estas dos temas.
La primera semana estuvo prácticamente dedicada a la escucha de las diferentes presentaciones de las regiones, con posibilidad de interpelar y debatir las diversas cuestiones que iban surgiendo. Como os podéis imaginar la variedad de formas de inculturar el carisma según los diversos contextos era de una gran diversidad y riqueza. De este compartir surgieron una serie de temas cruciales para todos y dedicamos un pequeño tiempo a profundizar un poco mas sobre dos en particular:
· Nazaret: vida ordinaria-vida con los más pobres
· Nazaret y relación con la institución Iglesia.
La segunda semana estuvo dedicada a otra serie de temas de interés general para el conjunto. Entre otros, os cito los siguientes:
Regiones y relaciones inter-regionales: dada nuestra realidad se siente la necesidad de un reagrupamiento o estrecha colaboración entre regiones.
Relación con los Hermanos del Evangelio: una mirada hacia la historia y hacia nuestra realidad actual para irnos conociendo mejor e ir trabajando cada vez más cosas juntos. Un hermano de su Fraternidad Central, Marco, estuvo con nosotros todo el tiempo.
Hacer frente al envejecimiento.
Evaluación de la estructura de la Fraternidad General para ver si responde a lo que necesitamos hoy y búsqueda de nuevas perspectivas de cara al futuro.
Las situaciones eran bien diversas y la impresión de una gran fragilidad en cuanto al conjunto, pero la experiencia vivida durante esos días fue de un gran estímulo. Un sentimiento general nos habitaba y es que a través del don de nuestra vida hay algo de Jesús, de Dios y de su Reino que se revela. Esta vida entregada gratuitamente no es un don estéril. Nos encontramos delante de una serie de desafíos importantes y estamos convencidos que “vivir en el corazón de las masas” es un fermento que debe mantenernos siempre despiertos y alerta a lo que Dios quiere de nosotros.
Paco
