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Una casa de barrio con al puerta siempre abierta

de Humberto: Holguín (Cuba)

La Fraternidad existe en Cuba desde 1966. Y la primera fraternidad fue la de Güines, evocada por el Padre Emilio, obispo de Holguín. En la actualidad la fraternidad se encuentra en su diócesis. En 1978 se abrió otra fraternidad en la Habana.

Esta es una buena ocasión para escribiros a todos después de mucho tiempo en silencio. Me refiero al 80 aniversario de Enrique. Se entiende que un acontecimiento así no se podía pasar en silencio… con todos los amigos que tenemos por aquí.

En primer lugar lo celebramos con la comunidad cristiana de nuestra parroquia en Holguín y seguidamente en el barrio de Las Coloradas con nuestros vecinos. Todo estuvo muy bien, pero la perla que tenemos la alegría de poder compartiros es la muy hermosa carta de felicitación de nuestro obispo y amigo Emilio.

Como veréis vosotros mismos, él comprende y ama profundamente nuestra vocación y nuestra vida en este barrio popular de Las Coloradas. Nuestro deseo es vivir mejor todo lo que él expresa.

Esta es la carta de Emilito, como nosotros lo llamamos:

Querido Enrique:

Setenta años es la duración de nuestra vida,

ochenta, para los más vigorosos.

Su agitación sólo es pena y miseria;

pronto pasa y nos vamos” (Sal 90,10)

Mis felicitaciones, Enrique, porque tú formas parte de los ‘vigorosos’, al haber llegado a los 80.

Pero a mis felicitaciones uno también mi gratitud como cubano y como obispo de Holguín. ¿Por qué? Porque de tus 80 años, has vivido 45 en Cuba (56,3%) y de esos, 28 en Holguín. ¡Pero hay más! Estos años vividos entre nosotros, tú los has vivido en primer lugar en la granja ‘El Paraíso’ en Güines (donde os conocí en 1967) y después, en Las Coloradas. ¡Qué bonito es, Enrique, que la fraternidad esté situada en una esquina de la calle, con el portal delante, ventana a un lado y un pequeño patio detrás! Es un signo de apertura y acogida. No se trata de un monasterio cerrado sino de una pequeña casa del barrio con la puerta siempre abierta: numerosos son los vecinos que vienen hasta el portal, otros pasan por la cocina para ir hasta la pequeña habitación donde están las herramientas, la mayoría os hablan por encima de la pequeña valla del patio.

Pero Humberto y tú, guardáis el secreto de lo que sois y de lo que sois testigos y que se encuentra en la primera habitación pequeña a la izquierda.

Para mí, esta pequeña habitación es el sagrario de Las Coloradas. Desde ahí y a través de vosotros – Jesús, el Señor – acoge, aconseja, bendice, intercede, sufre, espera, ríe, comparte… ¡Él vive con su pueblo porque él se encuentra en medio de él! En él, las penas y las decepciones se convierten en ofrenda silenciosa, como la de José y Jesús en su taller.

El Salmo dice: ‘Pasan rápidamente y nos vamos…’ y nosotros traducimos: ‘qué rápido pasa el tiempo’. Es cierto. Tú no eres ya el carpintero de la granja de Güines, Humberto tampoco es ya el mismo mecánico. Pero los dos, seguís siendo los mismos hermanos que testimonian del amor de Jesús actuando en el silencio… de Nazaret…de Holguín… de Cuba. Es por lo que en la ocasión de tus 80 años yo te digo: “Mis felicitaciones y mi agradecimiento”

Hoy, en la fiesta de Nuestra Señora de Loreto, levanto la patena por ti. Te abrazo fraternalmente .

Emilito