Fraternidad de Lille (Francia)

La fraternidad de Lille tiene ya toda una historia de presencia y se encuentra inserta en una población con un porcentaje muy alto de inmigrantes, sobre todo de Marruecos. Actualmente sirve también como “fraternidad de estudios”, acogiendo algunos hermanos jóvenes, especialmente europeos, que deben hacer los estudios de filosofía/teología. Christophe forma parte de este grupo. Antes de empezar este tiempo de estudios, Christophe hizo una estancia de más de un año fuera de Francia, sobre todo en América Latina. Nos comparte sus impresiones dirigiendo su escrito especialmente a los hermanos que lo acogieron en el curso de esta experiencia.

El barrio de la fraternidad en Lille

Desde enero de 2005 hasta mayo de 2006, la fraternidad me permitió hacer una experiencia de vida fuera de Francia. Me gustaría compartir aquí con vosotros algunas palabras. Si he tardado tanto, es que esta estancia lejos de mi país me ha “removido” mucho al ser tan rica en descubrimientos e interrogantes. ¿Cómo transmitiros la riqueza tan grande de una experiencia así? Una riqueza cuya extensión sin duda no mido bien. Las líneas que siguen os proponen algunos comentarios sobre esta estancia, comenzada en Málaga (España). La finalidad primera de mi estancia era adquirir una buena base de español. Pero el grueso de este tiempo lo pasé en América Latina, especialmente en Argentina. Para descubrir la pluralidad de realidades de América del Sur y conocer otras fraternidades, los hermanos me propusieron hacer algunos viajes suplementarios en este continente.

Estos viajes me fueron muy útiles para tomar conciencia de la diversidad de América del Sur. Antes de dejar Europa yo veía esa región como una zona homogénea a nivel étnico y cultural. Aunque estos pueblos tienen una gran parte de historia común, en realidad forman un mosaico, presentando rostros muy diferentes de un país a otro e incluso de una región a otra en el mismo país, como por ejemplo en Argentina. El desconocimiento que yo tenía de este continente me parece que es compartido por un buen número de franceses ya que nos separa un foso enorme de América, y nos llega poca información por los medios de comunicación.

Christophe con hermanos y hermanas

de América Latina

Los descubrimientos que yo he podido hacer durante esta estancia son inmensos y me han interpelado mucho. Además de la dificultad de las condiciones de vida y la precariedad de las familias modestas, el comportamiento de la gente de todos los lugares me marcó muchísimo: su acogida sencilla y calurosa, su amabilidad, su vitalidad, esta facultad para vivir el instante presente, saber alegrarse de las cosas bonitas de la vida, el dar espontáneamente y con generosidad… La fórmula “cuanto menos se tiene, más se da” me parece realmente universal.

Este proyecto de estancia en otro continente, lo deseaba desde hacía varios años. En una palabra, respondía a una necesidad personal de apertura, y consistía para ello en ir al encuentro de la diferencia (diferencia de cultura, de lengua, de modo de vida, de visión del mundo…)

Acoger la diferencia del otro me planteó durante mucho tiempo un problema. Yo la soportaba lo mejor posible. Eso me desestabilizaba. Y el hecho de estar siempre en mi país no me ayudaba tampoco a relativizar mi manera de ser. La idea de una experiencia de vida fuera de Francia se fue desarrollando en mí. Yo quería ser extranjero, lejos de mi país.

Una de las riquezas de esta estancia ha sido que al descubrir las realidades sudamericanas, me descubría a mí mismo. Desde mi llegada a Argentina, un hermano me explicó cómo había tomado conciencia de lo que él era realmente, al salir de su país. Solamente comprendí lo que me quería decir unos meses después. En Francia, nuestra forma de vida me parecía como evidente, natural. Pero en este suelo extranjero, todo era diferente. Entonces empecé a relativizar las cosas, mi manera de pensar y de actuar, descubriendo que se podía vivir de otra manera y que finalmente era tan buena como la otra. Pero este proceso fue bastante largo.

¡Cuánto tiempo me ha hecho falta para comprender cómo entrar en otra cultura, para comprender la importancia de una actitud humilde (que tanto me falta), la importancia de saber callarse, escuchar y tratar de comprender antes de hacerse una opinión, de no juzgar nunca, de aceptar también la posibilidad de no comprenderlo todo!

Christophe con otros hermanos estudiantes

Quisiera agradeceros una vez más, a todos los hermanos de España y de América del Sur que me acogisteis. Gracias por el tiempo que me habéis consagrado y vuestros esfuerzos para ayudarme a entrar en vuestro mundo. Fui con muchas certezas, regreso sobre todo con interrogantes, aunque también con la alegría de haber podido experimentar que la diferencia no es un peso a soportar, sino más bien una suerte y una riqueza. Creo incluso que ahora llego a saborearla. Al romper nuestras categorías, sin duda alguna se dilata un poco más nuestro corazón y nos abre a Dios. Así pues, entrego simplemente esta alegría entre Sus manos y le doy gracias por todo lo que vivís. Me siento muy solidario de los pueblos latinos después de esta experiencia que ha sido uno de los periodos más fuertes de mi vida.

Un saludo fraterno a todos