De Ivan – Entrevista a Hervé (el nuevo Prior)

·         ¿Cómo te sientes al tener que dejar el Camerún?

Para mí es un desgarro. No me daba cuenta hasta qué punto mis lazos en los pueblos, en el barrio, en la comunidad cristiana, en el CEFAN, con nuestros diferentes compañeros en el trabajo, eran tan fuertes. Es cuando uno se va que nos damos verdaderamente cuenta.

He vivido 22 años en el Camerún y de ellos los 15 últimos en Foumban. Esto creó esos lazos de amistad. En primer lugar con los hermanos con los que vivo, con todos los amigos y en el trabajo, en el que tenía responsabilidades, el CEFAN (Centro de formación de jóvenes agricultores), con sus dos aspectos: un tiempo de formación en el Centro y un seguimiento en los pueblos, lo que creó muchos lazos muy fuertes.

Con los jóvenes y los menos jóvenes, los cristianos y los musulmanes, los jefes, los productores, los antiguos alumnos formados en el CEFAN y sus amigos, los colegas de trabajo, los vecinos del barrio. Cuántos rostros queridos, cuántos encuentros insospechados, historias compartidas, caminos o pedazos de camino recorridos juntos con sus alegrías y sus penas… Quisiera dar gracias a Dios por todo ello y le pido que todo eso pueda fructificar cada vez más en la vida de cada uno de nosotros…

Algunos habitantes de la aldea

·         ¿Ha quedado un vacío en la región de África Central?

Después de estos 15 años pasados en Foumban, cercano en particular a los jóvenes de zonas rurales que me llevaron a muchos de sus pueblos en los que he podido pasar momentos muy fuertes de vida compartida con ellos, con sus familias, con los amigos cristianos y musulmanes que forman parte de sus barrios. Todo ello sin olvidar nuestro barrio de Njindare en Foumban, porque yo ya no esté allí no se va a derrumbar todo. En la región de África Central hay 13 hermanos y tienen su dinamismo. Así pues, el vacío que produzca mi partida es bastante relativo: “lo esencial de lo que se vive allí es invisible a los ojos”… y la vida continúa.

·         Te colocaron un delantal de cocina como signo de tu servicio ¿Cómo recibiste este regalo de Marc?

Es un símbolo muy fuerte: la tarea del Prior, es primero un servicio de comunión para el conjunto de la Fraternidad. Recibí esta tarea verdaderamente de este modo. Y, puesto que los hermanos han confiado en mí a pesar de todos mis límites, a pesar de los problemas que esto supone para la Región y para mi trabajo, he aceptado este servicio para el conjunto de la Fraternidad, para que haya más vida y comunión en la Fraternidad.

·         No se trata de un bastón o de una cruz, es un delantal. ¿Cómo ejercer la autoridad del Prior?

La autoridad –a mí no me gusta mucho esa palabra- es también un servicio. Es un diálogo: es en una búsqueda común de la voluntad del Señor sobre cada uno de nosotros como debe vivirse el servicio de la autoridad. Cuando se trata de autoridad, para mí es una cruz. Cuando se trata de caminar juntos, en el diálogo, para encontrar una solución, mi servicio tiene sentido.

·         Aquí en Bangalore, se ha hablado de pluralismo, de unidad en la diversidad. ¿Cómo ves este servicio de comunión en la Fraternidad después de este Capítulo?

Este Capítulo ha marcado un hito. Hemos puesto el acento sobre nuestras diversidades, sobre las formas de vivir nuestra vida religiosa en nuestros ambientes, que son evidentemente diferentes. El rostro de Nazaret se incultura para nosotros allí donde vivimos. Esto es una gran riqueza, una gran alegría, pero también un gran desafío: cómo guardar la comunión entre nosotros. Ese es el papel de la Fraternidad general: animar a expresar las diferencias, las diversidades. Cada uno vive arraigado en su cultura y al mismo tiempo está viviendo en la unidad, en la apertura al otro que es diferente a fin de que podamos expresar también la comunión entre nosotros.

Los tres consultores

Manu (India), Pablo (Argentina) y Amir (Egipto)

Para que cada región pueda ser dinamizada con los hermanos que provienen  de ella, hemos hecho la opción de preservar esas fuerzas en su sitio y hemos elegido para la Fraternidad general a cuatro hermanos europeos. Pero ahora, nuestra tarea será el estar a la escucha de lo que se vive en las diferentes regiones, con la ayuda de los ‘consultores’ que serán elegidos entre las diversas culturas.

·         Este Capítulo ha tenido lugar en la India ¿Qué imagen te llevas de este mes en Bangalore?

Vivir un Capítulo en una cultura diferente, es una suerte. He estado muy contento de ponerme en contacto con lo que viven los hermanos aquí. Con todas sus dificultades, con las aspiraciones de este continente. Lo que me ha marcado mucho es el alma religiosa de la India; me he sentido particularmente sensible a la manera como se han desarrollado las bellísimas celebraciones litúrgicas. Otro punto sería el haber entrado un poco en la realidad de los ‘dalits’, esas personas que viven ‘fuera de toda casta’ y que son rechazados, marginados. Aproximarme a lo que representa ser un dalit, conocer su cultura, su lucha para ser reconocidos en su propio país. Y estoy contento de que haya hermanos que se comprometan con ellos.

Palabras recogidas en Bangalore el 31 de octubre de 2.008

Danza de los Dalits

Danza para la oración