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EJERCICIOS ESPIRITUALES CON LAS HERMANITAS DE JESÚS.

 

         Corría el año 2006, y yo como buena religiosa me disponía a programar mis ejercicios espirituales con mucho interés, porque aunque en el año 2004 los había hecho en España y Bolivia, en el 2005 no hubo espacio para ellos. Como vivo en la Casa de Ejercicios, la oferta era abundante y las posibilidades muchas. Siendo que toda mi vida he estado dedicada a la enseñanza nunca tuve oportunidad de hacerlos en mayo-junio, y ahí estuvo el motivo de mi elección: las Hermanitas los hacían en esas fichas, en mi casa y con el P. Chércoles.

Después de una “elección tan meditada”, me dispuse a hacer los ejercicios. Todo el mundo hablaba mucho del Padre, pero a mí no me hacía mella pues soy de las que necesito la experiencia personal para poder hablar de algo o alguien. Así llegaron los ejercicios. ¡Nunca hubiera pensado tal grado de GRACIA, profundidad, capacidad de comunicar como la que me encontré en el P. Chércoles! ¡Qué barbaridad!

Con esa manera de decir las cosas, no encontré en la tanda nadie que hablase de cansancio aunque hablase algunos días casi tres horas, eso sí con los diez minutos de descanso acordados. Era tal la sabiduría de sus palabras que gustaba estar escuchando por si el “Evangelio es verdad” y Dios hacía la buena obra de convertirme a esta forma de “pensar el Evangelio”: “desde lo último”. “Como una de tantas”. “Sin subir al taburete”  y evitando las “cornamentas” o por lo menos procurando encajarlas con las de mis hermanas, aprovechando que vivo en una casa grande donde hay espacio para todas.

Por otro lado: la convivencia, aunque en silencio las trasmisión es grande. Desde el primer momento éramos un único grupo de personas que hacían ejercicios, daba igual ser Hermanita, Teresiana, Sacerdote o Seglar, todos haciendo ambiente de ejercicios y de fraternidad. Cierto que la colaboración de los sacerdotes fue muy especial, con su perspectiva de allende los mares y su lucha por los más pequeños allá donde trabajan.

En resumen: unos ejercicios espirituales para repetir ¡con el mismo grupo y el mismo director! No espero que se de, pero me gustaría.

Ahora nos queda a todos la suerte de tener los apuntes con los que, al menos yo, procuro hacer mi oración, por si el Buen Dios de Jesucristo me toca el corazón y me da la gracia de poder vivir lo que escuché y tanto me sorprendió a pesar de ser Puro Evangelio.   

Ana Maria  Manzano.

Teresiana.