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VALVERDE DEL FRESNO

 

Este año hemos trabajado la campaña de la fresa en Almonte (Huelva), ya que hemos perdido el trabajo de los espárragos en Talayuela (Cáceres). Las hermanitas llevábamos más de quince años  trabajando allí, campaña tras campaña. A lo largo de tanto tiempo  muchos lazos de amistad se han entretejido en nuestras vidas y últimamente hemos vivido una relación  muy estrecha  con las familias marroquíes estables en la finca.

La venta de esta enorme finca,  nos ha dejado a casi todos en el paro y esto nos ha obligado a buscar otros lugares de trabajo en el mundo temporero, con el deseo de compartir y convivir con el colectivo inmigrante, que en la actualidad son quienes trabajan en el campo y en los almacenes de selección.

Teniendo en cuenta nuestras edades, nunca hubiéramos tenido la osadía de lanzarnos en busca de nuevos lugares de trabajo, aunque nos hubiera gustado. “Lo razonable”, nos hacía seguir en los lugares conocidos y queridos.

Entonces nos lanzamos hacia Andalucía y en particular hacia Almonte (Huelva), donde una amiga, Engracia, nos había, reiteradas veces, invitado a trabajar en la campaña de la fresa, y donde es bien conocida la cantidad de mujeres rumanas, polacas, marroquíes, etc. que se desplazan para la temporada de esta fruta.

Así que un primer contacto en invierno, nos hizo conocer Almonte y sus almacenes que son muchos, presentamos varios impresos de solicitud de empleo y nos dieron esperanzas de trabajo.

Fue en febrero cuando llegamos a Almonte dispuestas a comenzar. Gracias a nuestra amiga y su familia que nos acogieron, ayudaron y pusieron en contacto con más amigos, tuvimos un piso estupendo y encontramos trabajo en un gran almacén situado a unos kilómetros del Rocío. Encontramos un pueblo acogedor que nos ayudó a perder el miedo de este nuevo comienzo bien novedoso para Conchi y para mí.

Esta empresa BIONEST, trabaja solamente la fresa biológica de gran calidad para la exportación, además de otros productos también biológicos. Tenemos  que pensar que estamos cerca del Parque de Doñana y existe una gran sensibilidad en hacer posible el desarrollo sostenible. Hablamos de una explotación muy grande con un personal femenino de más de 500 mujeres cortando fresa  en el campo y unas  100 personas en la manipulación.

Todas las mañanas un autobús de transporte de personal nos iba recogiendo a media mañana,  pequeña excursión diaria  de 11kms., un ambiente alegre  y juvenil  nos daba el tono del día que iba a ser largo: 10 horas y más trabajando, también los domingos y festivos.

Tuvimos la suerte de estrenar almacén a los pocos días de llegar, tecnología punta.

Nos sentimos a gusto y acogidas por las compañeras que ya llevaban días trabajando, y nos enseñaron a manipular “las frutas rojas”, fresa, arándano y frambuesa. La comida era un momento de convivencia, ya que todas lo hacíamos  allí.

También lo nuevo es que Irene estuvo con nosotras y pudimos  vivirlo juntas.

Lo extraordinario que encontramos en Almonte, fue la presencia de la Virgen del Rocío que solamente baja al pueblo cada siete años.

Imposible explicar toda la vivencia que tuvimos y todo lo que sentimos, hay que vivirlo día a día y dejarse llevar por la salve nocturna, donde todo un pueblo vibra a su Reina y Pastora “la Blanca Paloma”.

Una ornamentación gigante engalana todo el pueblo, trabajo asumido por los vecinos de cada calle, que preparan durante meses ese enjambre de flores de papel blanco y dorado forrando arcos, templetes y una gran catedral. Las dimensiones son tan grandes, tamaño natural que el Ayuntamiento tiene sus talleres propios de ornamentación.

Una maravilla artística en un pueblo entusiasta por festejar a su Virgen del Rocío.

En este movimiento de fiestas y preparativos hemos vivido la campaña, y nos contagiaron  entusiasmo, y fe. Alegría de haber participado en el grupo vecinal de ornamentación de nuestra calle, Irene estuvo muy contenta de vivirlo con nuestras vecinas,  ya que vivíamos en el circuito  del paso  de la Virgen.

Nuestras compañeras volvieron a sus países de origen y nosotras a Valverde, con el corazón lleno de tanto recibido y  con tantos nombres inscritos en nuestro corazón.        

Pilar