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Encuentro Fraternidad Secular  Carlos de Foucauld

Felidia, Diciembre, 4 y 5 de 2004.

En primera instancia, es importante destacar que en nuestro caminar como Fraternidad Secular de Carlos de Foucauld, en Colombia, hemos realizado ya, dos encuentros de este tipo, que nos permiten ir haciendo un camino conjunto, el primero en Sabaneta (Antioquia) en noviembre de 2003 y el segundo en Felidia (Valle del Cauca) en diciembre de 2004.

 

1.      ¿Qué ha sido la experiencia de la Fraternidad durante este tiempo?

A partir de los diversos aportes, podemos decir que: la fraternidad  ha sido un espacio de confianza donde nos juntamos para compartir nuestras historias de vida, con procesos muy diversos, algunos convocados y encontrados fortuitamente, pero que participamos en una re-narración de dichas historias a partir de un referente fundamental que es el Evangelio, la vida de Jesús, Nazareth como vida cotidiana y el Hermano Carlos como un referente de espiritualidad.

La Fraternidad se trata de, personas sencillas que construyen relaciones de igualdad donde todos nos sabemos necesitados,  y esto  nos impulsa a conocernos profundamente. Otra cosa especial de la Fraternidad es que no tiene nada de especial: abarca lo cotidiano desde una amistad comprometida y profunda.

En estas narraciones encontramos búsquedas diversas,  énfasis distintos e intentamos descubrir la historia salvífica en cada una de estas historias, la singularidad, y el amor de Dios que se expresa a través de esta búsqueda, de este compartir.  De esta manera, nos convertimos en acompañantes los unos de los otros del proceso existencial de cada uno. Hemos podido constatar elementos fundamentales en esta vivencia de fraternidad: conocimiento y cercanía afectiva y emocional entre los participantes, Búsquedas con énfasis distintos: la vida, el compromiso, experiencias espirituales o de oración, compromisos sociales.

La fraternidad seglar está marcada por nuestras subjetividades, por las opciones de trabajo que nos imponen trajes, relaciones, ritmos e incluso horarios, nuestro estado civil (casados, solteros, separados, etc.), opciones en la manera de relacionarnos con otros.

 

2.      El rol profético de la Fraternidad en el mundo de hoy.

·        El Rol profético en La Iglesia y el mundo actual: 

Es fundamental para nosotros creer en el papel del laico y en su responsabilidad profética, no tanto desde la Institución, sino desde el Carisma; el llamado, la vida cotidiana, desde su condición de bautizado: sacerdote, profeta y rey.  Reivindicar el papel del laico muchas veces desvirtuado y descalificado o al menos considerado un papel de segunda en el seno de nuestra Iglesia institucional no sólo desde el conflicto, sino desde la cotidianidad, desde los ambientes laicos, de trabajo; la comunión desde la autonomía.

El rol profético hoy, sólo es posible si se cree en el avance de la Historia hacia el reino; descubrir ese avance en la tortuosidad del mundo actual, anunciar ese avance en una actitud esperanzadora, muestra manifiesta de fe. En ese mismo sentido, se trata de descubrir el hilo conductor salvífico de toda la historia humana, individual y colectiva,  ponerlo en evidencia, elegir, anudar esa historia humana en unos nodos salvíficos y esperanzadores.  Esto implica, como lo escribíamos, re-narrar y reconstruir con nuevo sentido, las historias individuales de vida, al lado y en continuo intercambio y enriquecimiento con las historias de los otros, los pobres, marginados y/o excluidos.

De otro lado, se siente la exigencia de comprometerse con la palabra, recordemos lo que nos dice el hermano Carlos: “no estamos llamados a ser perros mudos” ante las injusticias cometidas en las comunidades nativas. El hermano Carlos desde su propuesta de hacer un acompañamiento respetuoso y silencioso pide tener una palabra sencilla, clara, esperanzadora, de fe, aunque parezca inoportuna, aunque parezca carecer de auditorio apropiado e interesado, aunque tenga implicaciones como el rechazo o la descalificación. Estar dispuestos a aguantar, a resistir las consecuencias.

Nos parece igualmente, de vital importancia, realzar el papel de la gratuidad. El Evangelio es gracia y como tal, es dádiva gratuita para todo el mundo. La gratuidad sigue siendo signo del reino y contrasta especialmente en este mundo neoliberal donde todo se vende o todo servicio debe facturarse, donde la experiencia suprema es la capacidad de consumo. La razón de la gratuidad es que Dios eligió hacerse hombre y así lo dignificó. Pero además el hombre mismo le confiere al hombre una dignidad para que  trate a sus semejantes con condiciones de equidad y como sujeto fundamental de derechos y como signo salvífico y gratuito, aún cuando el nombre de Dios y de la Iglesia ya no estén explícitamente en ella. Esto es valioso y marca un derrotero, aunque la realidad diste mucho de la realización plena, de todos sus derechos fundamentales.

En nuestra vida diaria es necesario, privilegiar el campo de la vida cotidiana como espacio donde se debe vivir el profetismo: el trabajo, la casa, la crianza de los hijos, las relaciones informales, la recreación, la relación de género, la actitud y compromiso con el medio ambiente, la opción política.

 

·        Regresar al lenguaje del Evangelio.

En las últimas décadas han hecho carrera conceptos, lenguajes y autores que hacen referencia a lo que se ha llamado Etica civil.   También han surgido en medios académicos y en el ámbito de lo social proyectos tematizando la convivencia, la prevención de la violencia.   Nos parece importante tener la libertad, en un mundo secular y laico, de regresar al lenguaje de lo religioso, sin desconocer, desvirtuar o intentar devaluar esas perspectivas éticas.  El evangelio, el lenguaje de las bienaventuranzas, la ética de convivencia que brota de el y su pedagogía, siguen siendo vigentes, útiles y actuales en algo vital para el mundo contemporáneo y para los colombianos: el relacionamiento consigo mismo, con los otros, con la sociedad, con la naturaleza y con lo trascendente.

 

·        La persuasión vs el poder.

 

En un mundo en el que priman las intrigas, la presión política, el “loby”, la fuerza o la amenaza de la fuerza de las armas, es necesario elegir el camino de la argumentación y del lenguaje para generar consensos. Argumentar, seducir, persuadir, retoman validez hoy, aunque no siempre sean efectivos.  Es preferible aceptar la vulnerabilidad de este camino porque importa no sólo el qué sino también el cómo.

 

·        La pobreza y la opción por los pobres.

 

Sigue siendo válida la opción por los pobres, aprender a ver el mundo con la mirada de los pobres y aproximarse a condiciones materiales lo más cercano posible a la  de los pobres. Con flexibilidad, sin fundamentalismos pero con la certeza de que sentir compasión por los pobres es vivir con-pasión su causa.

 

·        La Salud y la salud espiritual.

 

A partir de la experiencia concreta de algunos de nuestros hermanos, se ha querido hacer una mención especifica a este aspecto. Hoy se define la salud como bienestar físico, mental y social y la salud mental implica un adecuado relacionamiento consigo mismo, con los demás y con el medio ambiente.  El desarrollo espiritual implica un proceso de mejoramiento en las relaciones con lo trascendente, consigo mismo, con los demás, con la sociedad y con la Naturaleza como mediadora de lo colectivo: ambiente, recursos y disfrute colectivo.

Hay una afinidad entre los conceptos. No se puede concebir la salud sin la dimensión espiritual; la salud mental no se puede concebir sin el relacionamiento con el medio ambiente.  La búsqueda y el desarrollo espiritual es un camino adecuado para alcanzar la salud integral.

 

·        La fraternidad y la posibilidad de un proyecto social común.

 

Aunque los proyectos sociales no conforman la esencia de la fraternidad, no se excluye y por el contrario podría ser enriquecedor, en tanto varias de las personas de la fraternidad participan de alguna manera de un proyecto social; podríamos  plantearnos la posibilidad de construir, proyectar y desarrollar un proyecto común por parte de uno o varios miembros de la fraternidad. Cuestión que queda abierta para ir pensando, madurando y discerniendo.

 

3.      Rol profético.

A continuación algunos apuntes de la plenaria sobre el rol profético:

·        Ser profeta es convertirse, adquirir las actitudes de Jesús priorizando la vida y no la norma. Antes de ser profetas debemos ser testigos del amor de Cristo; profundizar en el conocimiento de Jesús. A Jesús se le sigue.  Es un camino de interiorización de Jesús, dejandonos inundar por él. Ser profeta es un proceso que se va dando después de ser testigo del amor de Cristo, es una labor de día  a día.  Ver en Jesús una forma pedagógica de anunciar y denunciar y una forma de hacerlo. Qué anunciar hoy según la cultura de los tiempos?  Se necesita mucha vida interior.

·        El profeta debe tener unas cualidades: ser orante, acogedor, abierto; sin estas cualidades no se puede desempeñar esta función profética.

·        Un mecanismo concreto para avanzar en ese rol profético es la revisión de vida, teniendo el evangelio como modelo a seguir.

·        El profetismo hoy, pasa por la perspectiva del lenguaje, que es una experiencia de interacción, en la que el otro me permite descubrirme a mi mismo, además de permitirle a él descubrirse. (Mijail Bajtín).

·        Como el profetismo es el empeño por mejorar la vida del otro, debe permitir construir relaciones de igualdad, que pasan necesariamente por actitudes de humildad y coherencia. Es hacer de nuestra casa, la casa de todos, con naturalidad y gratuidad.

·        El profetismo propugna por una universalidad: generacional, de género y macroecuménica.

  

4.  Proyecciones o llamados hacia el futuro

 ·        Fortalecer los diversos nexos de relación a nivel nacional.

Hay mucha historia construida, no se parte de cero.  Sentimos el llamado a valorar esto.

 ·        Llevar en el corazón la historia de los pueblos a partir de los nexos con personas. 

 Profundizar y ampliar esto.  Cada persona y cada ciudad, implica relaciones con más personas y todo lo que esas tramas implican. 

 Ya conocen ustedes también, que de Medellín, desde 1988 han viajado siempre representantes por Colombia  a las tres últimas asambleas generales que se han realizado cada 6 años en sitios diferentes (Bélgica, Francia y Brasil), pero hay que ir dando los pasos para que la referencia a Colombia desde el equipo internacional no sea sólo por los grupos que ha habido en Medellín. 

 

5.      Asamblea en Tanzania.

Todo lo anterior, significa una trama de relaciones que se han creado, entre países diversos, pueblos diversos, sobre todo a nivel latinoamericano.  Vale aprovechar todo esto para dar nuevos pasos. 

Ahora se hace necesario definir criterios para la asistencia, si del equipo internacional se respalda con un tiquete la participación de Colombia en la Asamblea a realizarse en Arusha, Tanzania. 

El próximo encuentro nacional se realizará en Bogotá.