Inicio > Familia espiritual > Fraternidad Secular > Hoja Informativa > 205 > La última

Inicio > Oraciones > Orando > Magnificat para continuar

La última

Magnificat para continuar

Todo mi ser, Señor,

se llena de esperanza,

mi cuerpo y mi corazón no pueden contener tanto gozo.

Has puesto tu mirada sobre nosotros

y te empeñas en reengendrarnos de nuevo como Fraternidad.

Desde ahora nos felicitarán todas las generaciones

porque el Dios de los y las que no pueden más

nos va haciendo ver que nuestras crisis se convierten en posibilidad

y nuestra precariedad en necesidad de los otros a pie de igualdad.

Porque al experimentarnos rotos y desorientados

nos empujas a abrirnos a la novedad húmeda de tu Espíritu

que nos alcanza en todos y todas los que disienten con el actual orden social

y nos invitan a sumar energías en la búsqueda del horizonte perdido.

Tu misericordia se acerca a nosotros en el cuerpo a cuerpo

con las personas y pueblos excluidos

que rescatan en nuestro ser las preguntas, el coraje y la ternura

tanto tiempo adormecidos.

La intemperie de sus vidas

va minando nuestras seguridades, inercias, tópicos y respuestas aprendidas

y nos desafía a nacer de nuevo:

más próximos,

más hondos,

más humanos,

más críticos,

más recíprocos,

más mezclados,

más incómodos,

más buscadores,

más comprometidos.

Todo mi ser se llena de esperanza

porque la realidad hoy es toda un grito

que nos recuerda insistente

que no sigamos errando el camino

que no tengamos miedo a abandonar lo conocido,

que nos abramos con audacia

a las preguntas, la espera y el vacío,

porque somos habitados por una promesa empeñada en alumbrar un nuevo día

que se ha puesto de parto

y quiere dar a luz

UNA NIÑA MUY CHIQUITA, QUE SE LLAMA PROFECÍA.