Jesús y Lindalba, inmigrantes bolivianos, padres de una niña , nos pidieron que fuéramos sus padrinos. La razón en la que apoyaban este ofrecimiento, es que nuestro modo de ser y comportarnos les ha hecho darse cuenta, de una nueva forma de ser cristianos, lejos de la que le habían enseñado consistente en una serie de prácticas y ritos separados de la vida. Que habían aprendido en estos seis años al convivir con el grupo que estamos cercanos a ellos, que ser cristianos era practicar las enseñanzas de Jesús en la vida diaria.

Para nosotros era un signo en el se manifestaba algo que ya sentíamos, “el ser acogidos como de ellos”. No sólo acogíamos, sino que nos acogían. Y daban esta nueva muestra al pedirnos que fuéramos los padrinos de su hija. Era un momento importante. Lo pensamos. Respondimos : “sí queremos , aceptamos y quedamos agradecidos”.

Así pues empezamos en su casa a reflexionar sobre as intuiciones que ellos habían percibido. Fuimos a la fuente de nuestra fe : Jesús de Nazaret. A luz del Evangelio vimos cómo la vida de Jesús era una manera de vivir solidaria, tendiendo la mano a todos, no tomando en cuenta el mal del otro, no siguiendo las consignas del poder fuera cual fuere, no excluir a nadie, acoger a todos en especial a los más pequeños y marginados. Cómo hoy podemos vivirlo nosotros en nuestra realidad. Lo bonito es que cuando leíamos un trozo del Evangelio entre los cuatro se explicaba, y descubrimos que tenían una sensibilidad para captar el Mensaje de Jesús y aplicarlo a la vida, fuera de toda la retórica que notros usamos.

Recordamos las palabras de Pedro Casaldáliga : “Como políticamente este Pueblo latinoamericano ha conquistado en la Sociedad la voz prohibida, así en la Iglesia las comunidades latinoamericanas se han apropiado de la Biblia. «La Biblia en las manos del Pueblo» es uno de los fenómenos espirituales de más fecundo porvenir para la Iglesia de América Latina. Puede hablarse con razón de la «cultura de las comunidades eclesiales de base como una nueva cultura bíblica»: la Biblia esparcida por el día a día de la vida del Pueblo, en su oración y en sus luchas.”

¡Cuánto hemos aprendido nosotros de ellos en estos días de preparación del bautismo de la niña, no enseñando sino escuchando lo que de su corazón salía!

Llegó el día del Bautizo, lo celebramos en la parroquia del Santo Ángel de Málaga, Nos facilitaron pudiéramos estar en familia, tal cual nosotros lo sentíamos, los bancos se dispusieron en círculo con la pila bautismal en el centro, todos a un mismo nivel.

Nos reunimos los familiares y amigos, muchos no pudieron estar por causa del trabajo, la comunidad boliviana esta presente, y esto hacía el ambiente y daba sentido a todo lo demás.

Recordamos el párrafo de J Álvarez Calderón : "Cuando los mismos “nazarenos” se van descubriendo Iglesia y van acogiendo el Evangelio, se reúnen en comunidad, entonces permite que la Iglesia no sólo esté cerca de ellos, sino que ella misma tenga rostro nazareno, como Jesús. Los inmigrantes son realmente nazarenos. Porque no cuentan, son anónimos." Al no disponer de un salón amplio, nos fuimos a celebrarlo al Peñón del Cuervo, una cala en donde hay barbacoas. Es un lugar lindo. Allí el azul de mar contrastaba con el celeste del cielo, el verde de palmeras, colorido de sombrillas de los bañistas. Nos acordamos de las palabras de Jesús : “No andéis agobiados, vuestro Padre sabe lo que necesitáis y os lo dará”. Una brisa fresca nos calmaba los calores.

El ambiente era bonito, cada uno trataba de hacer agradable la fiesta a los otros, para que los padres quedaran contentos. Más tarde se fueron agregando los que trabajaban de mañana ese sábado. Unos trajeron la música, otros la comida y bebida, algunos repartían, y todos con muchas ganas de bailar y pasarlo bien.