REDES CRISTIANAS APUESTA POR UNA "ASAMBLEA UNIVERSAL"

"Somos hijos del Concilio Vaticano II". Aquel evento, que se clausuró en 1965, marcó un hito en cuanto a los intentos aperturistas de la Iglesia católica para retomar el pulso a la sociedad, y es precisamente ese el espíritu que pretenden recuperar desde la plataforma. De ahí que ahora promuevan una "asamblea" universal del pueblo cristiano de carácter horizontal.

Redes Cristianas reúne más de 200 grupos católicos de base en la que se incluyen clérigos y seglares y en cuya estructura se integran algunas plataformas de marcado carácter aperturista en el seno de la Iglesia católica, como la Asociación de Teólogos Juan XXIII o el Foro Curas de Madrid.

“Momentos muy inciertos ante la separación entre jerarquía y sociedad”

La plataforma, junto a otras similares en otros puntos del mundo, se ha marcado un ambicioso reto de cara al 50 aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II -que se inició en 1962 y concluyó tres años después- y es el de “recuperar aquel impulso, aquella idea de que los católicos no sólo caminan bajo los jerarcas sino que podemos construir todos juntos”.

El error de una apertura vertical dio paso a la “involución”

La iniciativa ha sido presentada este jueves en el Ateneo de Madrid. El teólogo Evaristo Villar (Foro Curas de Madrid) advierte de un error de origen en aquel Concilio Vaticano II: “Se concitaron jerarcas muy preparados, aperturistas y en la modernidad, pero faltó la base social, el pueblo.”

Así, pronto se produjo rápidamente una “involución” y ahora estamos en la “restauración” del modelo cerrado previo al concilio. Las consecuencias están ahí en forma de datos, en los millones de fieles que se pierden en todo el mundo o en el caso de España, que los jóvenes hayan pasado del 30% de los fieles a un preocupante 10%, o la mala valoración hacia la jerarquía católica en las encuestas del CIS. “La Iglesia da la espalda a la sociedad, a la modernidad, a la ciencia, a la tecnología…”,

“Ha perdido la capacidad poética”

Y advierte de la importancia de que la nueva fórmula de regeneración venga de una asamblea que no esté mediatizada verticalmente, ya que “un Concilio Vaticano III nos llevaría a la Edad Media tal como está la jerarquía”. Explica asimismo que hay precedentes de estas asambleas horizontales, como el Concilio de Jerusalén, en los orígenes del cristianismo, cuando se da el “paso revolucionario” de abandonar la exclusividad judía para universalizarse.

Tres fases hasta 2015

Sobre las fases de cara a esa Asamblea Universal, encara tres etapas en los tres próximos años: crear una base social plural, amplia y abierta en la que se incita a la participación de la sociedad civil cristiana; la búsqueda de los mecanismos de participación horizontal adecuados; coincidiendo con el aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II en 2012, ofrecer y articular sus respuestas a la reforma de la Iglesia y sus instituciones.