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EL “HERMANO UNIVERSAL” CHARLES DE FOUCAULD, ELEVADO A LOS ALTARES

Soldado, aventurero y misionero, Charles de Foucauld dedicó gran parte de su vida a ayudar al pueblo Tuareg, con quien vivió hasta su muerte


JUAN VICENTE BOO CORRESPONSAL


ROMA. Un soldado francés, convertido en misionero entre los Tuareg y «hermano universal» de todo ser humano, fue elevado ayer a los altares entre aplausos entusiastas de católicos norteafricanos, cadetes de la academia de Saint Cyr y miles de personas que aprendieron a amar a sus semejantes y a Jesucristo de la mano de Charles de Foucauld. Había sido militar, explorador, geógrafo, etnólogo y lingüista, recogiendo millares de poemas de los Tuareg, representados ayer por algunos de sus jefes. El ministro de Justicia, Pascal Clement, y la esposa del primer ministro, Marie-Laure de Villepin, presidían la delegación gala. Un nivel muy superior al de hace dos semanas; cuando a la beatificación de ocho mártires españoles acudió tan sólo el subsecretario de Asuntos Exteriores.

La basílica de San Pedro desbordaba alegría cuando el rostro amable del «marabut cristiano» -el «ermitaño cristiano» como le llamaban los «hombres azules» del desierto del Sahara- se asomó desde un gran tapiz en la ceremonia de beatificación. Benedicto XVI acudió al término de la misa para venerar las reliquias del misionero francés (1858-1916) y de dos mujeres italianas fundadoras de órdenes religiosas: María Pía Mastena (1881-1951) y María Crocifissa Curcio (1877-1957).

El Papa afirmó que «la vida contemplativa y escondida de Charles de Foucauld en Nazaret, donde encontró la humanidad de Jesús, nos invitan a contemplar el misterio de la Encarnación. Allí descubrió que Jesús nos invita al amor y a la fraternidad universal, que él vivió más tarde en el Sahara. Como sacerdote, puso la Eucaristía y el Evangelio en el centro de su vivir».

La fascinante aventura del vizconde alsaciano Charles Eugène de Foucauld -que era hijo de una familia rica y perdió la fe a los 16 años- incluye una primera etapa como alumno de la prestigiosa academia militar de Saint Cyr y oficial de caballería en la Argelia colonial, donde terminó de gastar su herencia en fiestas, muchachas de París, y cigarros de la mejor calidad. Cansado del ejército, recorrió por su cuenta tres mil kilómetros del desierto y publicó «Exploración de Marruecos» (1882), que le valió la medalla de oro de la Sociedad de Geografía francesa.

Después de estudiar árabe y el Corán, busca la ayuda de un sacerdote y recupera la fe a los 28 años. En el momento en que encontró a Dios, según una de sus cartas, «comprendí que no podía hacer otra cosa que vivir para Él». Entra en la Trapa, pasando de un convento de Francia a otro de Siria y finalmente a Roma para estudiar Teología. Pero en lugar de hacer los votos perpetuos deja la orden y se va por su cuenta a Nazaret. Buscando sitios más pobres, vuelve a África como sacerdote para vivir con los Tuareg entre Argelia y Marruecos. A partir de 1905 se establece en Tamanrasset, donde murió en 1916, víctima de una banda de rebeldes. Durante un robo, el muchacho que le vigilaba se puso nervioso y le disparó un tiro en la cabeza.

No llegó a convertir a ningún Tuareg ni a fundar una orden religiosa. Pero hoy son once las congregaciones religiosas y ocho las asociaciones de laicos que difunden su mensaje. Y miles de personas siguen su espiritualidad en el mundo entero.

 

Foucauld, una vida de aventura y búsqueda de fe

 

Charles de Foucauld nace en Estrasburgo en 1858, pierde la fe a los 16 años, estudia en la academia militar de Saint Cyr y se traslada a Argelia, colonia francesa, como subteniente de caballería en 1881. Malgasta su herencia en una vida desenfrenada, deja el ejército y se convierte por su cuenta en explorador de Marruecos. En París recupera la fe con la ayuda del sacerdote Henri Huvelin y entra en la Trapa, marchando a Siria y Roma. Regresa a Argelia, como misionero por cuenta propia en Beni-Abbés y el Hoggar, antes de establecerse en 1905 en Tamanrasset, en pleno corazón del Sahara. Adora la Eucaristía y sirve a los pobres de los Tuareg. Escribe un diccionario francés-tuareg y traduce la Biblia. Muere el 1 de diciembre de 1916.